De todos es conocida la importancia decisiva de la creación literaria en el proceso normalizador de una lengua. La pieza de Miguel Santolaria Mal d’amors (Uesca, Publicazions d’o Consello d’a Fabla Aragonesa, 1983) es la primera impresa en aragonés común, y de ahí su importancia.
[…] Mal d’amors supone abrir un camino en otro sentido, ya que se trata de la primera obra de lo que podríamos llamar literatura infantil y/o didáctica (no debemos olvidar que ganó un accésit en un premio de literatura infantil). Y ello es relevante, además de por inaugurar un determinado tipo de literatura, sobre todo por lo decisivo que puede resultar: estamos ante una obra destinada a los niños, a las últimas y más jóvenes generaciones.