En 1950, el Instituto de Estudios Pirenaicos (CSIC) editó el innovador trabajo de un joven Antoni M. Badia i Margarit (1920-2014), que con el tiempo habría de ser un prestigioso lingüista y filólogo. El habla del valle de Bielsa es una obra canónica sobre la modalidad belsetana del aragonés, basada en un riguroso trabajo de campo, amplia documentación y una metodología novedosa, que no se queda en lo estrictamente lingüístico, sino que incluye elementos relacionados con el folklore, la religiosidad, el trabajo, la fiesta… suponiendo una singular aportación antropológica. La reedición de esta obra, inencontrable hoy día, cubre un importante hueco en el campo de la dialectología.