Como se habrá observado, los elementos dialectales no son los más abundantes, pero suficientes para darle el tinte que deseaba el poeta. Cualquier conocedor, aun superficial, del aragonés, comprobará en seguida la presencia de fer, vejer, muller, viello, itar, poquet, mocet, vivas aun hoy, pero también hallará hacer, deshacer, dicho, y un predominio total del castellano, como era de esperar en un poeta zaragozano del siglo XVII.
Diálogo entre dos fidalgos montañeses que estauan delante de un retrato de Phelipe III, rey de España
Blecua, J. M. (1970). Un “coloquio” de 1626 con aragonesismos. En J. M. Blecua (Ed.), Sobre poesía de la Edad de Oro (pp. 224-230). Gredos.P48:P51 Fuente:www.cervantesvirtual.com