El presente volumen repasa la trayectoria histórica completa (1915-1931) de un episodio cultural contemporáneo escasamente conocido e injustamente olvidado: el Estudio de Filología de Aragón. Impulsado por Juan Moneva y Puyol, el Estudio se esforzó por convertirse en un instituto superior de enseñanza e investigación equivalente a las entidades que, a comienzos del siglo XX, germinaron en otras regiones españolas. Y no por casualidad se formó en su seno un importante grupo dedicado al estudio de la Filología y de la Historia en el que destacaron respectivamente María Moliner y Áurea Javierre Mur. El conocimiento que hasta la fecha se poseía sobre el Estudio de Filología de Aragón se ha enriquecido de forma sobresaliente con el hallazgo reciente de los diarios de trabajo (actas), una vía de acceso privilegiada al quehacer cotidiano del Estudio que permite conocer, a través de las palabras de sus protagonistas, las vicisitudes por las que atravesó la institución, sus proyectos y logros, su vinculación con la burguesía aragonesa ilustrada del momento y, en especial, para aquilatar el grado de conciencia y conocimiento sobre las lenguas de Aragón en la época en que empiezan a despuntar los estudios filológicos en España.