Dos han sido, pues, los manuscritos que han guardado veladamente el relato hasta su descubrimiento, en un falso techo de un caserón en Almonacid de la Sierra (Zaragoza) y junto a otro gran número de documentos en escritura aljamiada, a finales del siglo XIX . Ambas versiones comparten una misma filiación manuscrita, seguramente con respecto a otra u otras anteriores perdidas, como lo demuestra el hecho de que el más moderno de los dos (ms. catalogado como Junta VIII), fechado a principios del s. XVII, aún conserve algunos rasgos lingüísticos arcaizantes, como por ejemplo la conservación en algunas palabras de la f- inicial etimológica, que ya no poseía el más antiguo de ellos, cuya fecha de redacción se remonta a 1587 (ms. Junta LVII).
Por sus características intrínsecas, el relato de Buluqiya puede relacionarse genéricamente con un conjunto de textos piadosos islámicos –todos ellos recogidos en la tradición morisca– en los que se nos narra la conversión al Islam de personajes judíos o cristianos o, cuando menos, su reconocimiento formal como la verdadera y única religión.