Jean-Joseph Saroïhandy dedicó sus vacaciones –fue profesor de instituto y de universidad– desde 1896, todavía estudiante, hasta el fin de su vida en 1932, a recorrer a pie o en caballería las dos vertientes de los Pirineos desde El Pallars hasta la costa atlántica, recogiendo in situ materiales dialectológicos de las diversas lenguas pirenaicas: aragonés, catalán, occitano y vascuence. Hasta 1913 sus excursiones dialectológicas transcurrieron mayoritariamente por el dominio aragonés y catalán, y a partir de esa fecha casi exclusivamente por el vascuence. En el caso concreto del aragonés, que es el que aquí nos ocupa especialmente, trabajó en más de 130 localidades y recogió por encima de 30.000 lexemas, y ello en unos años cuando la lengua tenía mucha más vitalidad que en el momento actual, o en el de los años del ALEANR. Por su trabajo de campo y sus publicaciones, Saroïhandy era plenamente consciente de ser el primero en haber descrito con rigor científico la lengua viva aragonesa. Con su labor romanística se inició la moderna filología aragonesa y la del catalán de Aragón.
Misión lingüística en el Alto Aragón
Xordica Editorial (2019). Misión lingüística en el Alto Aragón.xordica.com