Este es, en rigor, el género trovadoresco denominado pastorela. Aquí tiene el nombre de pastorada. Entre los trovadores, esta era solamente una canción amorosa dirigida a una zagala; pero hoy los montañeses la hacen participar más de la sátira de los serventesios y tensones medievales. Con ella ridiculizan cualquier hecho de los pueblos vecinos que se preste a la hilaridad.
Por ejemplo, en Anciles (Valle de Benasque), un año no esperaron, según la costumbre, a los músicos la víspera de la fiesta, y al día siguiente el molinero de Eriste se presentó con su laúd y les cantó a los mozos esta pastorada.