Una tremenera de cuentez

Los cuentos que aquí se adaptan son como a aquellos que se contaban en los pueblos, por la tarde, cuando todo el tropel de casa se juntaba en torno al hogar, sentados en la cadiera. Uno detrás del otro iban desfilando, en fila, como aquellas largos rebaños de ovejas de antes, casi interminables. El carnaval, la dura vida de los pastores, la llegada de la luz eléctrica al lugar -pero también lucecillas extrañas y misteriosas- o la primera televisión, son algunas de las hazañas que el lector encontrará y que no hacen sino que retratar la desaparición del mundo tradicional pirenaico.